Paintings, prints, drawings, and photographs by Mexican artists, as well as those born elsewhere but who were active in the country, comprise a small but rich portion of the collection of the Frances Lehman Loeb Art Center. In conjunction with the current loan exhibition, Miracles on the Border: Retablos of Mexican Migrants to the United States, the best examples of these are on display together for the first time. The works were produced between the 1920s and 1970s, reflecting a wide array of aesthetic approaches, media, and subject matter.
The dozen and a half Latin American objects were all given to Vassar College between 1953 and 2008 by eleven different donors, beginning with Blanchette Hooker Rockefeller, Class of 1931, and most recently by Mauricio Pajón, Class of 1999.
Pinturas, grabados, dibujos, y fotografías de artistas mexicanos, al igual que otros nacidos en otros lugares pero que eran activos en el país, son una parte pequeña más rica de la colección del Centro de Arte Frances Lehman Loeb. En conjunto con la actual exhibición que es prestada, Milagros en la Frontera: Retablos de Mexicanos Migratorios en los Estados Unidos, los mejores ejemplos de éstos están presentados juntos por primera vez en una exhibición. Las obras fueron producidas entre los años 1920 y 1970, reflejando una amplia colección impresionante de enfoques estéticos, comunicación y temas.
La docena y media de objetos latinoamericanos fueron ofrecidas a Vassar College entre los años 1953 y 2008 por once donantes diferentes, empezando con Blanchette Hooker Rockefeller, Clase 1931, y más reciente, Mauricio Pajón, Clase 1999.
Diego Rivera
Mexican, 1886 - 1957
Roberto Rosales, 1930
Oil on canvas
Gift of Mrs. Bernard Barnes (Carolyn Payne, class of 1934) 1988.50
The young boy in this portrait by Diego Rivera is invested with a gravitas that seems to belie his age. Wearing a hat, holding hands to his chest, his pose conveys a focused formality. An inscription in Spanish states, “Here is the boy Roberto Rosales at 4 years old, born in Coyoacán, painted by Diego Rivera in that same place in 1930.” Rivera underlines the individuality of his subject, as well as his connection to Coyoacán, a historic area of Mexico City that was built on the site of a pre-Columbian settlement. This portrait is a key example of Rivera’s many portraits of children, and was included in his 1931 retrospective at the Museum of Modern Art in New York.
El niño joven en esta pintura de Diego Rivera es presentado con un aire de seriedad que parece ocultar su edad. Al llevar un sombrero y sostener las manos contra el pecho, su pose transmite un esfuerzo para parecer formal. Una frase inscrita en español explica: “Aquí está el niño Roberto Rosales a los 4 años de edad nacido en Coyoacán, pintado por Diego Rivera en ese mismo lugar en el año 1930.” Rivera subraya la individualidad del sujeto, al igual que su conexión con Coyoacán, un área histórica de la Ciudad de México que fue construida en donde se hallaba un asentamiento precolombino. Esta pintura es un ejemplo clave del gran número de figuras de niños de Rivera, y en 1931 fue parte de su retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Se distingue de los demás por la forma en que Rivera toma prestado el formato de retablo para la composición, con un fondo de tres secciones y un texto narrativo en la parte inferior.
José Luis Cuevas
Mexican, 1934-2017
Visiting the Fortune Teller, 1954
Gift of Mr. and Mrs. Phillip A. Bruno (Josephine Bowlin, class of 1940)
1958.5.1
In José Luis Cuevas’s Visiting the Fortune Teller, a woman with a comically large flounced hat stands on pin-like legs next to a sign, grinning at the viewer. An inscription makes explicit that she is a streetwalker. Cuevas’s art often displays a fascination with those on society’s fringes, which he approached with a degree of both empathy and humor. Here he distorts and exaggerates the figure, using scratchy lines and smudged earth tones. This early work conveys his interest in the grotesque as expressive of the human condition, and a central part of modern life. Cuevas was part of the “Rupture Generation” in Mexico, which rejected the dominance of mural art by artists such as Diego Rivera.
En Visitando a la adivina de José Luis Cuevas, una mujer portando un sombrero cómicamente grande y adornado con un volante se para junto a un letrero, sosteniéndose sobre dos piernas que parecen alfileres y sonriéndole al espectador. El arte de Cuevas refleja a menudo una fascinación con aquéllos que viven al margen de la sociedad, un tema que abordaba con un nivel tanto de empatía como de humor. En este caso, Cuevas distorsiona y exagera la figura, usando líneas rasgadas y tonos terrestres manchados. Esta obra temprana trasmite su interés en lo grotesco como expresión de la condición humana y como parte central de la vida moderna. Cuevas fue parte de la llamada “Generación de la Ruptura” en México, la cual rechazaba el dominio de la pintura mural hecha por artistas como Diego Rivera.
Diego Rivera
Mexican, 1886 - 1957
Crouching Boy Feeding Dog, 20th century
Watercolor on paper mounted on board
Gift of Mrs. Richard Adloff (Virginia McLean Thompson, class of 1924)
1973.13.2
While Diego Rivera is best known for his complex multi-figure murals, his drawings and watercolors often present close observations of individual subjects. Crouching Boy Feeding Dog depicts a moment of empathetic connection between a barefoot young peasant boy and his canine companion. Emphasizing the intimacy of the boy’s gesture, Rivera places his face close to the dog that licks food gently from his cupped hands, while the cat walking by serves as a solitary foil. Rivera made many drawings and paintings of children, which formed an important part of his larger project of capturing the everyday life of the people of Mexico.
Si bien Diego Rivera es más conocido por sus complejos murales de múltiples figuras, sus dibujos y acuarelas suelen reflejar observaciones detalladas de sujetos individuales. Niño agachado alimentando a un perro representa un momento de conexión y empatía entre un niño campesino descalzo y su compañero perruno. Al ubicar el rostro del niño cerca al perro, que a su vez lame con delicadeza las manos ahuecadas del pequeño, Rivera resalta el carácter íntimo del gesto del niño, mientras que el gato que va pasando sirve de contraste por su aspecto solitario. Rivera hizo un gran número de dibujos y pinturas de niños, los cuales formaban gran parte de su proyecto de capturar el diario vivir de los mexicanos.
Rufino Tamayo
Mexican, 1899-1991
Aztec Landscape, 1950
Color lithograph
Gift of Mrs. John D. Rockefeller 3rd (Blanchette Hooker, class of 1931)
1953.1.18
Rufino Tamayo’s lithograph Aztec Landscape presents an enigmatic encounter between man and bird in a spare landscape. Soaring against a dusky sky with sharp red and black silhouettes, the birds might be read as harbingers of peace or potential violence. Below, a figure with dramatically outspread arms looks up, echoing the birds with a similarly ambiguous gesture. Tamayo gained renown at mid-century for artworks that combined European modernism with pre-Columbian and Mexican folk art, and he often depicted animal and avian subjects. With a title that references Mexico’s history, Tamayo’s print might be seen to evoke questions about Mexican national identity through an abstract yet symbolic lens.
Esta litografía de Rufino Tamayo, titulada Paisaje azteca, expone un encuentro enigmático entre el hombre y el ave en un paisaje sombrío. Surcando un cielo oscuro con nítidas figuras rojas y negras, los pájaros se pueden interpretar como presagios tanto de paz como de violencia. Abajo, una figura con los brazos extendidos en unamanera dramática, imitando a los pájaros, mira hacia arriba, con un gesto ambiguo. Tamayo se convirtió en un artista renombrado con sus obras a mediados del siglo XX, las cuales combinaban los modernismos europeos con arte precolombino y arte folclórico mexicano, y representaban con frecuencia temas de animales y perteneciente a las aves. Al usar un título que hace referencia a la historia de México, este grabado de Tamayo puede estar cuestionando la identidad nacional mexicana a través de un lente abstracto, pero también simbólico.
Leopoldo Méndez
Mexican, 1902-1969
The Women, 1932
Woodcut
Gift of Professor and Mrs. Laurence Schmeckebier (Alexandra Kluge, class of 1930)
1976.52.9
Leopoldo Méndez
Mexican, 1902-1969
Weeping Women, 1932
Woodcut
Gift of Professor and Mrs. Laurence Schmeckebier (Alexandra Kluge, class of 1930)
1976.52.8
Leopoldo Méndez’s The Women and Weeping Women offer expressive depictions of anonymous female figures. Each woodcut print contrasts a figure with a mournful expression with one who covers her face, while dramatic folds of heavy drapery seem to amplify their inner turmoil. While recalling religious subjects such as the lamentation of the Virgin, the precise context is not made clear, inviting viewers to read the figures’ distress as broadly representative of collective turmoil and suffering. Méndez was a prolific artist and activist who came of age in the wake of the Mexican Revolution and used his art to oppose injustice, fascism, and war. He became well known for images depicting violence and oppression, particularly in his graphically bold woodcuts.
Las mujeres y Mujeres llorando de Leopoldo Méndez ofrecen representaciones expresivas de figuras femeninas anónimas. Cada xilografía contrasta una figura con expresión de luto con otra que cubre su rostro, mientras que los dramáticos pliegues de su ropaje parecen amplificar su agitación interna. Si bien la obra evoca temas religiosos, tales como la lamentación de la Virgen, no se define un contexto en específico, lo cual invita al espectador a interpretar la frustración de las figuras como una representación de la agitación y el sufrimiento colectivo en general. Méndez fue un artista prolífico y activista que alcanzó la mayoría de edad al terminar la Revolución Mexicana y usó su arte para oponerse a la injusticia, el fascismo, y la guerra. Fue reconocido por sus imágenes de violencia y opresión, sobre todo, sus xilografías gráficamente llamativas.
Mexican artist Manuel Álvarez Bravo is one of the most celebrated photographers of the twentieth century. He created works that evoke a complex picture of modern Mexican culture, often imbuing the mundane with a sense of mysterious symbolism and sensuality. Greatly admired by the surrealists, Alvarez Bravo’s photographs explore the cultural roots of Mexico and their confrontation with modernism. These five photographs demonstrate how Alvarez Bravo’s compositions often play with abstraction and enigmatic effects. His works show the influence of American and European avant-garde aesthetics as well as indigenous cultures, as in the close-up view of a headdress in Votos (Votive Offering). Arena y pinitos (Sand and Small Pines) conceals an element of surprise; it is a staged photo of a pile of sand that humorously parodies idealizing views of the Mexican landscape.
El artista mexicano Manuel Álvarez Bravo es uno de los fotógrafos más célebres del siglo XX. Creó obras que evocan una imagen compleja de la cultura moderna mexicana, infundiendo con frecuencia lo rutinario con simbolismo misterioso y sensualidad. Las fotografías de Álvarez Bravo, admiradas por los surrealistas, exploran las raíces culturales de México y su enfrentamiento con el modernismo. Estas cinco fotografías reflejan cómo las composiciones de Álvarez Bravo juegan frecuentemente con la abstracción y con los efectos enigmáticos. Sus obras reflejan la influencia de estéticas vanguardistas estadounidenses y europeas, al igual que de culturas indígenas, como se puede ver de cerca en el tocado en Votos. Arena y pinitos esconde un elemento de sorpresa; es una presentación fotográfica de una pila de arena que parodia con humor las perspectivas que idealizan el paisaje mexicano.
Anonymous
Mexican, 19th century
Retablo of the Santo Niño de Atocha, 19th century
Oil on tin
Gift of Mauricio Pajón,
class of 1999
2008.6
Santo Niño de Atocha is a popular depiction of Christ as a pilgrim carrying a staff fastened with a drinking gourd, and a basket of food or flowers. As the patron saint of pilgrims, he is believed to roam the land to offer help to those in need. While his origins trace back to thirteenth-century Spain, devotion to Santo Niño de Atocha became widespread in Latin America and the United States, manifested in numerous retablos, prayer books, oral traditions and yearly pilgrimages held in his honor. He often serves as a symbol of protection for laborers moving between the border of Mexico and the United States, and here his hat is festooned with plumes in the colors of the Mexican flag.
Santo Niño de Atocha es una representación popular de Cristo como peregrino llevando un bastón amarrado con una calabaza y una canasta de comida o flores. Como santo patrono protector de los peregrinos, se cree que él vaga por la tierra para ofrecerles ayuda a los necesitados. Aunque sus orígenes indican el camino a la España del siglo XIII, la devoción al Santo Niño de Atocha diseminada en Latinoamérica y los Estados Unidos, se manifestó en retablos numerosos, libros de oraciones, tradiciones orales y peregrinaciones anuales en su honor. Él sirve frecuentemente como símbolo de protección de los obreros que están en movimiento entre la frontera de México y los Estados Unidos, y aquí su sombrero está adornado con plumas del color de la bandera mexicana.
Anonymous
Mexican, 19th century
Retablo of scene from the legend of St. Roch, 19th century
Oil on canvas
Gift of Mauricio Pajón, class of 1999
2008.17
St. Roch (or St. Rocco) is a fourteenth-century Catholic saint who is celebrated as a protector against contagious diseases. On a pilgrimage to Rome, he suffered from the plague and helped cure other victims through prayer, and was subsequently invoked in prayers of hope and healing. This retablo shows St. Roch in his pilgrim’s attire with an open sore revealed on his leg. It relates to an episode where he had been banished from the city after contracting the plague, and a nobleman’s hunting dog miraculously brought him bread and licked his wounds. Upon finding St. Roch, the nobleman then became his acolyte. This retablo might be seen to suggest the power of devotion as well as divine healing.
San Roch (o San Rocco) es un santo católico del siglo XIV que es celebrado como protector contra las enfermedades contagiosas. Durante una peregrinación a Roma, él sufrió de la plaga y ayudó a curar a otras víctimas por las oraciones y fue ulteriormente invocado en oraciones de esperanza y curación. Retablo de una escena de la leyenda de San Roch muestra a él en su ropa de peregrino con una llaga abierta en la pierna. Está relacionado con un episodio en que él había sido desterrado de la ciudad después de contraer la plaga y un perro de caza de un noble milagrosamente le trajo a él pan y le lamió las heridas. Al encontrar a San Roch, el noble entonces se convirtió en su acólito. Este retablo sugiere el poder de la devoción al igual que el de la curación divina.
Pablo O'Higgins
American, 1904-1983
Maguey, 1949
Lithograph on paper
Gift of Lewis Rubenstein
1989.17.8
American-born Pablo O’Higgins was one of many artists who were drawn to the vibrant artistic and cultural scene in post-revolutionary Mexico. He first traveled to Mexico in 1924, and assisted Diego Rivera on one of his murals. O’Higgins gained renown as a leading muralist and printmaker in Mexico in the following decades, and helped establish the progressive printmaking workshop Taller de Gráfica Popular. In this lithograph O’Higgins focuses on a distinctive element of the Mexican landscape, the undulating leaves of the maguey plant, a type of agave that is traditionally used to make tequila. The maguey plant, which dates back to pre-Columbian Mexico, thrives in the arid and rocky soil and is often seen as a symbol of national resilience.
Pablo O’Higgins, nacido en Estados Unidos, fue uno de los artistas atraídos por la animada escena artística y cultural del México posrevolucionario. Viajó por primera vez a México en 1924, y asistió a Diego Rivera con uno de sus murales. Durante las décadas siguientes O’Higgins se dio a conocer por sus murales y grabados en México, y ayudó a establecer el Taller de Gráfica Popular. En esta litografía O’Higgins se enfoca en un elemento distintivo del paisaje mexicano: las hojas onduladas del maguey, un tipo de agave que tradicionalmente se usa para hacer tequila. El maguey, que data del México precolombino, crece en tierras áridas y rocosas y se ve a menudo como un símbolo de resistencia nacional.
Rufino Tamayo
Mexican, 1899-1991
Figure (of a woman), 1939
Oil on canvas
Gift of Mr. and Mrs. Joseph S. Iseman (Marjorie Frankenthaler, class of 1943)
1959.8
A woman’s tightly clasped and dramatically enlarged hands form a focal point in Rufino Tamayo’s Figure (of a woman). Rather than evoking a specific individual, her features are generalized and she is draped in a manner that could suggest a peasant or religious figure. Set against a column framing a mountain landscape, the woman’s monumental scale and solidity might signal that she is a symbolic counterpart for the land itself. Tamayo was one of the leading Mexican modernist painters in the mid-twentieth century. This work is characteristic of Tamayo’s more poetic and universalizing mode of painting, which often departed from the overt social and political themes of his modernist contemporaries in Mexico.
Las manos aferradas y sorprendentemente alargadas de una mujer forman un foco en Figura (de una mujer) de Tamayo. En lugar de evocar a alguien en específico, sus rasgos son generalizados y está cubierta por un manto a semejanza de una campesina o una figura religiosa. Colocada contra una columna que enmarca un paisaje montañoso, la monumental escala de la mujer y su solidez pueden indicar que es símbolo homólogo de la misma tierra. Tamayo fue uno de los más destacados pintores modernistas mexicanos a mediados del siglo veinte. Esta obra es propia del estilo poético y universalismo de sus pinturas, que se desviaban de los temas sociales y políticos de sus contemporáneos modernistas en México.
Rufino Tamayo
Mexican, 1899-1991
Running Figure, 1947
Graphite and crayon on paper
Gift from the collection of Mr. and Mrs. Alexander E. Racolin
1995.13.26
In 1946-47, Rufino Tamayo created a number of paintings and drawings depicting figures alongside astral or planetary orbs, provoking contemplation on the relationship between humankind and the larger universe. In Running Figure, an abstracted male figure with outstretched arms seems to flee in agitation. A red sun-like orb is placed above his shoulder, its form rhyming with the shape of his head. While its meaning is not made explicit, the drawing captures a mood of unease and existential anxiety that was evoked by many artists in the wake of World War II. Tamayo created this work during a decade when he was based in New York, where he was a key figure among international avant-garde circles.
En 1946-47, Rufino Tamayo creó varios cuadros y dibujos representando figuras juntas a esferas astrales o planetarias, provocando la contemplación en la relación entre la raza humana y el universo más grande. En Figura Corriendo, una figura abstracta y masculina con los brazos extendidos parece huir en agitación. Una esfera roja como un sol está colocada encima del hombro, su forma está en ritmo con la forma de la cabeza del hombre. Mientras el significado no es explícito, el dibujo capta el ambiente de inquietud y ansiedad existencial que era evocado por muchos artistas en la víspera de la Segunda Guerra Mundial. Tamayo creó su obra durante una década cuando él se encontraba en Nueva York, donde él fue una figura clave entre los grupos internacionales vanguardistas.